Para el CIFP San Cristóbal, pertenecer a la Red Estatal de Centros de Excelencia ha sido un hito transformador que ha marcado un antes y un después en nuestra trayectoria educativa. Desde que nos unimos a esta prestigiosa red, hemos llevado a cabo una serie de proyectos que han elevado la calidad de nuestra enseñanza y han reforzado nuestro compromiso con la innovación y la sostenibilidad.

A través de la implementación de talleres tecnológicos, como aquellos que utilizan realidad virtual, hemos revolucionado la forma en que nuestros estudiantes aprenden. La realidad virtual no solo ha hecho que el aprendizaje sea más inmersivo y atractivo, sino que también ha permitido a los alumnos adquirir habilidades prácticas en un entorno controlado y seguro. Estos talleres han sido una pieza clave en nuestra transformación metodológica y digital.

El fomento de la economía circular y la eficiencia energética en la hostelería ha sido otro pilar fundamental de nuestros proyectos. Hemos adoptado prácticas sostenibles que no solo benefician al medio ambiente, sino que también preparan a nuestros estudiantes para un futuro laboral en el que la sostenibilidad será esencial. Estas iniciativas han tenido un impacto significativo, demostrando que la educación y la sostenibilidad pueden ir de la mano para crear un futuro mejor.

La formación y la acogida del profesorado han sido cruciales en nuestra evolución. A través de estancias, talleres y acciones formativas, hemos compartido nuestras experiencias y conocimientos con docentes de todas las comunidades autónomas. La jornada anual que organizamos ha sido un éxito rotundo, permitiendo a hasta 100 docentes intercambiar ideas y mejores prácticas. Este intercambio ha enriquecido tanto a nuestro equipo como a los participantes, fortaleciendo la red de colaboración entre centros educativos.

Nuestra colaboración con empresas, asociaciones empresariales, entidades sindicales y otros agentes del sector ha sido esencial para detectar las necesidades del mercado laboral y ajustar nuestros currículos en consecuencia. Esta estrecha relación nos ha permitido no solo adaptar nuestras ofertas formativas, sino también asegurar que nuestros estudiantes estén preparados para los desafíos y oportunidades del mundo profesional.

La innovación ha sido nuestro sello distintivo. Hemos adoptado metodologías de aprendizaje basadas en retos (ABR) y proyectos singulares que han hecho del aprendizaje una experiencia activa y práctica. Nuestros proyectos de investigación aplicada han tenido un impacto directo en los procesos productivos y de prestación de servicios, tanto a nivel local como en colaboración con otros territorios y entidades.

Además, hemos fomentado el emprendimiento, apoyando a nuestros estudiantes en su transición educativa y laboral, y estableciendo relaciones sólidas con el entorno socio-educativo y laboral. Hemos integrado elementos que promueven la igualdad de género y la inclusión de colectivos vulnerables, asegurando que nuestra educación sea accesible y equitativa para todos.

En resumen, pertenecer a la Red Estatal de Centros de Excelencia ha sido una experiencia enriquecedora que ha transformado nuestro centro y ha reforzado nuestro compromiso con la excelencia y la innovación. Estamos orgullosos de los logros alcanzados y motivados para seguir adelante, construyendo un futuro mejor para nuestros estudiantes y para toda la comunidad canaria